25 Jun DIETLAND
2018. Marti Noxon. Disponible en Prime Video.
¿Por qué? No puedo pensar otra cosa desde que acabé de ver la serie. Y sí, la respuesta podría ser bastante sencilla: porque querían que hubiera una segunda temporada y quizá hasta una tercera. Pero ¿por qué, joder?
No sé qué tal es el libro, no lo he leído, aunque estoy bastante tentada a hacerlo, pero el punto de partida de la serie es sublime y nos abre un montón de frentes interesantes. De hecho, abre casi todos los puntos interesantes para una mujer desde dos situaciones aparentemente alejadas, pero que son, en esencia, lo mismo.
Por un lado, el odio hacia todo lo que se sale de la norma, la obsesión por convertirnos en cuerpos delgados que encajen con un ideal de belleza que nos han impuesto. Por otro, la impunidad frente a las violaciones, la cultura de la violación, el interés por someter a las mujeres sexualmente.
A partir de ahí, la serie va construyendo la imagen de lo que es ser mujer en nuestra sociedad con un montón de personajes paralelos que viven en un mundo de hombres y lo sortean como pueden.
Pero… muchas veces, en lugar de centrarse en eso, se pierde en las periferias, en el culebrón, en el conflicto zafio. Debe ser que se guardaron parte de la acción para la temporada que nunca llegó. Y, de repente, todas esas preguntas importantes que nos hace se diluyen en rencores más mundanos, en rencillas que no tienen interés y que tampoco llevan a ningún sitio. Sigue habiendo pinceladas de obra maestra queriendo salir, pero hay que buscarlas.
No quiero quitarle mérito, sin embargo, a lo que sí lo tiene. Y hay mucho mérito en esta serie. No es complaciente, No llegan cosas de fuera que hagan que la vida de la protagonista sea maravillosa de repente. Hay representatividad y diversidad. Y dinamita con un solo manifiesto, todas las críticas a la discriminación positiva que se puedan hacer. Hay buenas ideas.
Y sobre todo hay una pregunta que resulta curiosamente actual. ¿Está justificado el uso de la violencia en algún caso? ¿Se puede solucionar un problema de discriminación estructural con terrorismo? Si la justicia no actúa o es claramente injusta con las víctimas, ¿es necesaria la actuación de justicieros?
El tema de fondo es el mismo de siempre: las mujeres, todas las mujeres, sean ricas, pobres, blancas, racializadas, trans, cis, gordas o delgadas corremos siempre peligro. Y el peligro está, desgraciadamente, en todas partes.
No Comments