13 Dic QUERIDO TRADUCTOR AUDIOVISUAL NOVATO
O querido traductor audiovisual que pasa por una mala racha, o querido traductor editorial, o querido traductor a secas, o querida Paula de veintipocos, treinta y pocos y cuarenta y pocos años.
Llevo muchos días pensando en ti. Estoy trabajando en la cultura cinematográfica de mi prole y pienso en ti. Oigo «I feel pretty» y recuerdo que Natalie Wood murió ahogada mientras estaba casada con Robert Wagner, el de Hart to Hart y pienso en ti. Sigo el reto que se ha puesto de moda en TikTok esta semana y pienso en ti. Veo las noticias en la tele y pienso en ti. Asisto a un excelente curso sobre pronombres mientras todo el mundo piensa que soy una frikaza y pienso en ti.
No soy muy fan de los consejos que no me piden, pero, oye, te dejo un recordatorio cordial de algunas cosas, porque sé que a veces necesitas leerlas. Porque todos nos perdemos de vez en cuando y esta profesión es la guarida de los introvertidos y los inseguros, así que sé que a menudo te fustigas. Permíteme la pedantería de decirte estas cosas, pero es que a mí también me ha gustado oírlas de otras personas. La intención es buena, palabrita.
Ve más al cine. O amortiza mejor tu cuenta de Filmin o Netflix o HBO. Recuerda que la gente que hace películas hoy vio películas hace treinta o cuarenta años y que ver películas como ET o Los Goonies te ayudará a entender por qué la gente filma las cosas así o porque en los diálogos dicen «yippi kai yei, hijo de puta». Ponte también las malas mientras echas la siesta. En los 80 las vimos todas. No te dejes los clásicos, ni los musicales de Fred Astaire, ni las películas mudas. Y mira cine de otros sitios, que los directores también han visto Rashomon. Piensa que los directores y los guionistas de dentro de 20 y 30 años habrán crecido viendo las películas que se hacen ahora. Aprovecha que, en esta profesión, ser un adicto a la pantalla está bien visto. Y está guay que sepas mucho y veas las cosas en versión original, pero consume también buenos doblajes. Tienes un montón de compañeros haciendo un trabajo estupendo, aprovéchate y aprende de los mejores.
Lee más. Ya sé que te cuesta, que te pasas todo el día viendo la tele, pero lee. Me juego algo a que de pequeño eras un comelibros de campeonato. Y también un comepelis. Probablemente también un gamer. No dejes los libros. La mayor parte de las reglas de gramática y sintaxis que sabes vienen de ahí. Que sepas cómo se habla en diferentes registros, también. Lo mismo que te decía antes, lee en versión original, pero lee buenas traducciones y buenos libros en español. Los libros bien cuidados, bien escritos y bien editados son un curso de lengua en ellos mismos y lo mejor es que haces ese curso sin darte ni cuenta. Lee también alguno de esos libros que te dan pereza pero que son superventas. Lee cómics. Lee los libros en los que se basan las series que traduces. Lee más.
Infórmate. Las noticias dan un poco de grima, pero nuestro trabajo consiste, en gran parte, en saber lo que pasa en el mundo para entender mejor por qué los autores que traducimos escriben lo que escriben. Y también para que el mensaje que queremos transmitir se asimile mejor. Si no sabes cómo hablan los adolescentes o qué les importa, es difícil que puedas traducir con solvencia a un personaje adolescente. Ten curiosidad por todo el mundo y por lo que pasa en todas partes. De los traductores siempre se ha dicho que somos cultos y enterados; habrá que dejar el pabellón bien alto.
Documéntate más. Paula de veintipico, treinta y pico y cuarenta y pico, tú eres particularmente culpable de esto. Ya has leído la página de la Wikipedia, ahora busca un poco más. Busca en un corpus si esa palabra se usaba en esa época. Averigua exactamente qué hace esa pieza del coche. Entérate bien de qué pasó en 1933. Cuanto mejor lo entiendas, mejor lo explicarás.
Duda de todo. Esa frase suena un poco rara. Búscala. Ese nombre no sé si está bien escrito. Compruébalo. Esa frase en mi casa se ha dicho así de toda la vida. Pregunta. Sé que todos vamos siempre cortos de tiempo y que la tentación de tirar millas y seguir adelante es grande. Pero duda, comprueba y pregunta. Siempre. Incansablemente. El peor enemigo de un traductor es pensar que lo sabe todo y que cualquier traducción es pan comido.
Ten contactos. Xosé Castro, en una charla hace un montón de años, nos contó que los traductores éramos los típicos que le preguntábamos a la gente a qué se dedicaba y le pedíamos la tarjeta por si en nuestra traducción nos salía terminología que tuviera relación con su trabajo. Ahora que hay internet ya no lo hacemos, pero yo creo que hay que recuperar esa sana costumbre. Habla con conocidos, amigos y hasta con la persona que viene a casa a arreglarte el termostato. ¿Cómo lo hacen? ¿Cómo se llama ese aparato? ¿Qué han estudiado? ¿Cuántas horas trabajan? Saber a quién recurrir cuando tienes terminología complicada y tener una idea aproximada de cómo funcionan las cosas te hará la vida mucho más fácil. Dani Solé y yo tuvimos la ayuda inestimable de dos ingenieros aeronáuticos para traducir una serie sobre astronautas que no habríamos podido traducir de otra manera.
NO TE FUSTIGUES. Todos nos equivocamos. Todos tenemos un mal día. Todos tenemos poca experiencia y poca soltura y hacemos traducciones mediocres. Con el tiempo y con la experiencia se mejora. No eres el peor traductor del mundo. Te van a volver a llamar y vas a volver a tener trabajo. Hasta los traductores más famosos y premiados a veces meten la pata o hacen traducciones que no son nada del otro mundo. No pasa nada.
NO LES DES CAÑA A LOS DEMÁS. Céntrate más en alabar las buenas traducciones que en machacar las malas. Todos sabemos lo que hay detrás de una buena traducción: un poquito de talento y mucho trabajo y esfuerzo. Nadie sabe qué hay detrás de una mala traducción: falta de experiencia, un despiste, una mala racha, estrés, un bebé que llora toda la noche, un problema familiar, un plazo justísimo, unos materiales deficientes… A veces corremos a rajar de lo que han hecho los demás sin pensar en nada de eso. Y a ti tampoco te gustaría entrar a Twitter y que todo el mundo se estuviera burlando de tu trabajo.
Pero ayuda si puedes. ¿Ves un fallo muy gordo en una traducción? Habla con el traductor. Que no lo machaques en publico no significa que no le puedas enviar un correo de buen rollo avisándole de lo que has visto. Si, además, corriges, nada como un correo explicándole lo que crees que puede mejorar. No lo hagas con mala leche, felicítalo también por las cosas buenas que tiene su traducción, pero el feedback es valiosísimo y todos podemos aprender mucho de él.
Sé buena gente. Este es un trabajo solitario de personas que, principalmente, están en su casa tecleando todo el día y nos hacen creer que somos todos competencia. Mejor piensa que es una oficina enorme en la que todos son tus compañeros. Sé buena gente. Echa una mano cuando puedas, no critiques a tus compañeros, alégrate de que las cosas les vayan bien (aunque en el fondo de tu corazón sientas un poquitín de celos), celebra sus triunfos y sus premios, alaba el buen trabajo de los demás, saluda y sonríe. Siempre digo que el karma en este sector existe y es en forma de gente que luego se acuerda de ti y quiere colaborar contigo. Además, ser buena gente mola.
No pares de formarte. Paula, acabaste la carrera hace veinte años. El máster hace 18. Las cosas cambian. O te las olvidas. Tienes que seguir formándote, aprender otras cosas, profundizar en algunas cosas que crees que dominas. Los traductores, en general, escribimos bien, así que creemos que dominamos la lengua. Pero no. Siempre podemos aprender más. Lee con interés las correcciones de los revisores y los artículos de tus compañeros. Dedica una parte de tu tiempo y tu presupuesto de trabajo a aprender más y a hacerlo mejor. Sí, sabes mucho. Y, sí, también te equivocas en un montón de cosas.
La TAV no es solo lo que tú haces. Hagas lo que hagas, hay otras especialidades. Traducción para doblaje, ajuste, subtitulado, audiodescripción, voces superpuestas, subtitulado para sordos, traducción de videojuegos, revisión, corrección, QA. Quizá surjan más. Muchas veces nos quejamos de que los guionistas, los directores o los productores no nos tienen en cuenta, pero a veces entre nosotros tampoco nos tenemos en cuenta. Muchos de nuestros trabajos dependen del trabajo de otros y otros trabajos dependen del nuestro. Entérate bien de lo que hacen los demás, descubre qué va a pasar luego con tu traducción y hazles la vida más fácil a tus compañeros. Que un producto se pueda consumir con una traducción de la mejor calidad es el resultado de un trabajo en equipo. Seamos un buen jugador de equipo.
Cuídate. Págate un masaje al mes, invierte en una buena silla y un buen ordenador. Ve al oculista. Nuestro trabajo no es físico, pero es muy duro para el cuerpo. Tienes las cervicales cascadas, fijo. Ponte un horario, duerme. Descansa los fines de semana. Sal a la calle. Échate la siesta. Téjete un gorro, cocina galletas, planta tomates. Ten vida más allá de las vidas de los personajes. Sí, Paula, te estoy mirando muy especialmente a ti.
Y ya está. Que sepas que se te quiere mucho. Y que lo estás haciendo bien.
Foto de Joel Muniz para Unsplash
Patrick Zabalbeascoa
Posted at 18:11h, 14 diciembreBravo, Paula
Paula
Posted at 11:00h, 15 diciembreMuchas gracias, Patrick <3
Jorge Díaz-Cintas
Posted at 11:14h, 15 diciembreMuy interesante
Paula
Posted at 11:23h, 15 diciembreMuchas gracias, Jorge 🙂
Jhonny
Posted at 14:09h, 01 eneroEsa carta es para mí, la guardaré, gracias, muchas gracias.
Feliz año nuevo.
Guillermo Parra
Posted at 21:33h, 15 diciembreLa carta es preciosa, Paula. Gracias por compartirla. Me gustaría destacar algo, pero es que realmente estoy de acuerdo con todo lo que dices. Me la guardo para mí y para mis futuros alumnos. Besos desde el otro lado de la oficina.
Paula
Posted at 21:36h, 15 diciembreGracias, Guillermo. Te mando un beso enorme de vuelta.
Aldana Avale
Posted at 09:25h, 17 diciembreHermoso artículo, Paula. Muy cierto todo lo que decís. Gracias por estas palabras.
Paula
Posted at 09:55h, 17 diciembreMuchas gracias <3
Jhonny
Posted at 14:12h, 01 eneroHermosas palabras, no te conozco, pero por tu escribir tan disciente, analizo que lo haces de corazón, pasión y alma.
Gracias, por compartir tu conocimiento con nosotros.
Eternamente agradecido.
Feliz año nuevo.
Paula
Posted at 18:22h, 14 eneroMuchísimas gracias 🙂 Me encanta hablar de traducción y me gusta mucho escuchar a los que empiezan y a los que llevan mucho tiempo. ¡Un beso y feliz año!
Alejandro Bolaños
Posted at 13:48h, 12 eneroMe encantó, Paula. Se me olvidó incluir mi agradecimiento por aquí por compartir una carta tan bonita. Lo que sí hice fue compartirla con mis alumnos de último año de Londres y también les encantó.
Paula
Posted at 13:26h, 14 eneroJo, muchísimas gracias 🙂 ¡Me hace muy feliz que os gustara!
Andrea Juan
Posted at 12:41h, 21 eneroTenía este artículo pendiente por leer y me ha encantado. Creo que a veces el sector impone un poco porque no deja de ser trabajo, pero cartas como esta ayudan a recordar lo bonito que puede ser.
¡Un saludo!
Paula
Posted at 08:40h, 19 febreroMira, a mí este año pandémico me ha hecho darme cuenta de que tenemos un montón de buenos compañeros y de que somos un sector principalmente bien avenido. ¡Un beso, guapa!
David Arnau
Posted at 22:01h, 23 eneroUna carta extraordinària, Paula, plena d’intel·ligència, de saviesa i de tendresa. Jo de gran vull ser com tu. 🙂
Paula
Posted at 08:40h, 19 febreroAi, moltes gràcies, bonic. Jo vull ser com tu 🙂
Vanessa Iglesias García
Posted at 11:42h, 01 febreroMuchas gracias por el mensaje y la forma tan bonita de transmitirlo. Acabo de llegar aquí por casualidad, pero me está gustando mucho lo que he encontrado. Seguiré pendiente de tus publicaciones. ¡Un gran saludo!
Paula
Posted at 08:37h, 19 febreroJo, muchas gracias 🙂 Se me había perdido el mensaje, pero te lo agradezco muchísimo. ¡Un beso!
Rebeca Martín
Posted at 19:56h, 15 marzoQué preciosidad de carta, Paula. Justo lo que necesitaba leer para animarme un poco y seguir luchando por hacerme un huequito en esta maravillosa profesión. ☺️ Un abrazo.
Paula
Posted at 07:18h, 28 mayoJo, me alegra mucho de que te gustara 🙂 Mucho ánimo, que vale la pena.